Romería Virgen de la Cabeza

En el barrio más antiguo de la ciudad de Antequera, el barrio de San Juan, y sobre el cerro denominado “Cerro del Barrial”, se erigía la primitiva ermita de la Virgen de la Cabeza.

Dicha construcción fue una torre vigía en época romana y una rábita en época musulmana, pasando a ser ermita tras la reconquista. En ella se ubicó la orden de Capuchinos, quienes tenían sus cosechas en los terrenos colindantes, trasladándose años después a otro emplazamiento en el que estuvieron establecidos hasta hace poco tiempo.

Tras la marcha de dicha orden franciscana, la construcción entraría en decadencia… Se conservaron restos muy importantes de sus muros y estructura principal (e incluso la cripta), llegando hasta finales de los 70, cuando fue derribada.

Se trata de una talla de madera dorada y policromada, de tamaño inferior al natural, que se nos presenta de pie, en actitud regia y serena, con sus manos extendidas para portar sobre ellas al Divino Infante. Realizada en madera de cedro real y ojos de vidrio.

Sus ropajes se encuentran dispuestos a modo de una Matrona de la antigua Roma, en sobrios pliegues que dejan bien definida su fisionomía bajo ellos, presentándose dorados en oro fino.

El rostro, de delicados rasgos serenos, posee unos bellos ojos almendrados de color marrón, y una boca cerrada de labios carnosos bien definidos, mientras que sus carnaciones son claras con frescores rosáceos muy propios de la estela barroca. El cabello es de color castaño, se dispone peinado con una raya central, ondulante, y dispuesto en su totalidad hacia la parte trasera del cráneo. La corona que lleva sobre su cabeza es una pieza de plata de ley realizada en el año 1800. La imagen de la Virgen de la Cabeza fue bendecida por el padre carmelita Antonio Jiménez López.

El estandarte de la antigua Hermandad de la Virgen de la Cabeza de Antequera, que data del año 1591, constituye uno de los ejemplos más antiguos de esta tipología en nuestra comunidad autónoma y una de las piezas bordadas más importante del rico patrimonio textil que acoge el Museo de la Ciudad de Antequera.

Esto bello estandarte presenta en su anverso la representación de Nuestra Señora acompañada de Santa Ana y San Roque (muy asociado a esta devoción por su protección a los enfermos) y orlado por la oración del Ave María en su perímetro. En el reverso aparece el escudo de la ciudad con su patrona Santa Eufemia y la siguiente inscripción: «TE HA ELEGIDO LA CIUDAD DE ANTEQUERA. MADRE E HIJA DE DIOS. VIRGEN MADRE DE DIOS INTERCEDE POR NOSOTROS ANTE DIOS».

En la decoración de la obra se emplea un tipo de bordado renacentista. Alrededor de los tondos aparecen guirnaldas circulares con motivos vegetales y esta misma decoración se extiende hacia los ángulos inferiores. Inscripciones con letras bordadas dentro de cenefas recorren el perímetro de cada una de las caras de la pieza. El bordado se realiza en hilo metálico dorado con muy poco realce y regular en toda la superficie. Tan sólo en el tondo de la Virgen de la Cabeza la decoración se realiza mediante la técnica de matizado en seda.

La Hermandad de la Virgen de la Cabeza de Antequera era la sexta filial más antigua de cuantas peregrinaban hasta Andújar.

Tras varios años sin asociación vecinal en el barrio de San Juan y la constante demanda por los vecinos, un decidido grupo de los mismos, con gran esfuerzo, creó la actual asociación.

Entre sus objetivos siempre estuvo el poner en valor el patrimonio artístico e histórico del barrio, fomentando la cultura como punto de unión social.

Una página especial en dicha historia la ocupa la Virgen de la Cabeza, una imagen que por sus hondas raíces en la historia, es considerada simbólicamente “la Vecina más antigua del barrio de San Juan”.

Coincidiendo con que un vecino era poseedor de la imagen de la Virgen de la Cabeza, así como el trono y templete procesional, y unidos en una misma ilusión, surgiría la idea de rememorar la peregrinación que hace siglos realizaban los vecinos. Pero en éste caso no sería con un estandarte hasta Andújar, sino tras la bendita imagen de la Virgen por las calles de su barrio, homenajeando con ello también, a aquellos vecinos que antaño salían en peregrinación hasta la citada localidad jienense.

De dicha forma que el año 2021, desde la Ermita de la Virgen de Espera, también conocida como Puerta de Málaga, partió la primera romería y posterior convivencia, resultando todo un éxito que unificaba en un mismo acto cultura y convivencia.

La Virgen es acompañada por una panda de verdiales, algo que no es casual; y es que, entre la década de los años 30 y 50 del siglo pasado, llegaron gran cantidad de familias procedentes de la Sierra Sur del Torcal para asentarse en el barrio. Junto con ellas, llegó también la tradición verdialera; muchas de dichas familias habían formado parte de pandas de verdiales en su lugar de origen, procediendo por aquel entonces a rememorar aquellas raíces tocando verdiales en sus domicilios y por las calles del barrio.