La Plaza de Toros de Antequera fue inaugurada el 20 de Agosto de 1848.
Dada la precipitación de su ejecución, los tendidos altos se realizaron de madera, llegando en este estado hasta el año 1980, momento en el que el Ayuntamiento adquiere el coso taurino.
En 1983 se decide proceder a una transformación total, tanto interior como exterior. Las obras de la fachada comenzaron en el año 1984, iniciándose con la construcción de una nueva puerta principal de sombra, siguiendo el modelo de estilo de los alarifes antequeranos del último tercio del S. XVIII.
El resto de la fachada se supeditó a esta monumental puerta, combinándose la modulación de ladrillo y paños caleados en blanco.
En años sucesivos se continuó con la total rehabilitación del interior del coso, con la reconstrucción de los tendidos, reduciendo el diámetro del ruedo, así como la total sustitución de las cubiertas, mediante la disposición de una arquería logiada, de columnas toscanas de piedra caliza blanca y arcos de medio punto.
Sobre esta arquería y el muro de la fachada, se dispuso una cubierta a dos aguas de teja árabe antigua. Una vez que han finalizado todas estas obras, el aspecto actual de la Plaza de Toros de Antequera es radicalmente diferente al que presentaba en 1848, constituyéndose en uno de los más bellos cosos de los que se han levantado en todo el territorio nacional.